miércoles, 3 de agosto de 2011

COLOMBIA Vs MALÍ



Llegó el esperado segundo partido de la selección Colombia Sub 20. Sobre los hombros de estos muchachitos recaía la responsabilidad de ratificar el buen momento futbolístico mostrado en el partido contra Francia.  Frente a ellos estaba la selección de Malí, una selección con una talla enorme y contextura física que doblaba en algunos casos a los pequeños pero talentosos jugadores cafeteros.

Sin prácticamente nada que perder y mucho por ganar, la selección de Malí salió a la cancha del Campín con la esperanza de derrotar a la selección anfitriona y así no perder la oportunidad de estar en la ronda de octavos de final. Bien lo había dicho el seleccionador de Malí: “no vinimos desde tan lejos, para regresarnos tan pronto”.

El público capitalino de nuevo se volcó a las tribunas, y con un lleno “hasta las banderas”, arroparon de nuevo a esta selección de peladitos que están haciendo lo que la de mayores aún no logra y es ganarse el cariño de la hinchada incondicionalmente. Prueba de ello es el momento de los himnos: un silencio respetuoso por el equipo rival y un grito herido y sentido de los casi 40.000 espectadores que llegaron al estadio Nemesio Camacho “El Campín” de Bogotá, que hace que a uno se le erice la piel. ¿Qué sentirán los jugadores? Debe ser algo inenarrable.

Rueda la pelota y el partido que encontramos es uno de choques, golpes y faltas. Un equipo africano falto de ideas dedicado a golpear y cometer faltas casi que con la complicidad inicial del árbitro, y una selección Colombia que trata de llevar las riendas del juego, pero que poco a poco también entra en la dinámica africana. Prueba de ellos son las 5 tarjetas amarillas que se vieron en el primer tiempo, 3 para Malí las restantes para Colombia.

Cuando un partido de fútbol es planteado de esa manera, es muy difícil desarrollar juego de conjunto. Es ahí cuando deben aparecer las individualidades y vaya que aparecieron. Michael Ortega (Una de las figuras del encuentro) se inventa una jugada de “Play Station” y con un pase perfecto habilita al “Trencito” Valencia que, como lo hiciera su padre, se viste de frialdad para en 2 tiempos derrotar la portería adversaria.

Hasta ahí llegó el planteamiento de Malí. El problema es que aparentemente también acabó el de Colombia y se creyeron el cuento de que iban a derrotar a esta selección abultadamente.  Nada más erróneo. Si una selección está en el mundial, algo tuvo que hacer bien, y esta selección africana, con muy poco puso a sufrir al onceno patrio.

Sólo hasta el final del partido, gracias al talento que guarda en sus botines James Rodríguez, y a que durante buena parte del compromiso la figura fue el defensa y capitán colombiano (Franco), Colombia pudo ponerle el sello definitivo a este partido. Un gran pase del ingresado Calle y una definición sutil pero mortífera del 10 colombiano, terminaron de prender la fiesta en las graderías. Hasta James se fue a celebrar en la tribuna y la tribuna terminó en la zona de traslado norte del estadio. Aún nos falta mucho para que los jugadores celebren con la gente, sin que esta cometa los excesos que vimos esta noche.

6 puntos que ponen prácticamente a Colombia en los octavos de final. Ojo: NO ESTAMOS CLASIFICADOS AÚN. Puede suceder que Francia le gane por goleada a Malí y que Colombia pierda por goleada con Corea, y ahí quedaríamos eliminados de nuestro mundial. No olvidemos el 9-0 de Londrina en Brasil.

Ánimo muchachos. Fuerza Colombia. Ya hemos demostrado que se puede jugando bien y jugando mal. Ojalá siempre ganemos jugando bien, pero lo de esta noche también cuenta.

Germán Cardoso
Periodista Deportivo.
FrecuenciaCapital.com Ltda 




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