Volvemos al grupo A y a la segunda fecha de este grupo en el que se encuentra el anfitrión Colombia. En el estadio El Campín de Bogotá se enfrentaron a primera hora los seleccionados de Francia y Corea del Sur. Francia con la responsabilidad de no ser eliminado por una Corea que había mostrado puntos interesantes en su primera salida, y Corea con la tranquilidad de haber ganado su primer partido, pero con la expectativa de poder ser el primero del grupo y continuar en la sede capitalina.
Un partido cerrado al comienzo, con la solidez táctica de Corea y la fortaleza y pundonor de los galos. Juego fuerte y entrecortado hasta que el partido se abre gracias al gol de los europeos. A partir de ese momento los coreanos, a partir del amor propio, empezaron a manejar las madejas del partido, tan es así que logran un empate más que merecido e inclusive tuvieron la oportunidad de irse arriba en el marcador en varias oportunidades.
Pero hay un dicho coloquial que dice “el que no los hace, los ve hacer” y es así como en un descuido de la saga coreana, los franceses encuentran un gol que cambia la cara del encuentro. No hay deporte más injusto que el fútbol (eso es parte de su belleza) y eso quedó demostrado con este partido. Francia encuentra el triunfo, cuando menos lo buscaba.
Con ese gol, los asiáticos se fueron encima de los franceses descuidando su defensa. Esa forma de juego hace que ataques mucho y te defiendas poco, y con ese planteamiento puedes hacer goles, pero también los puedes encajar. Eso fue lo que sucedió y Corea termina perdiendo abultadamente (3-1): Mereció mejor suerte.
Este resultado deja a Corea de segundo en el grupo por tener una mejor diferencia de goles que el combinado azul, pero con la desventaja de enfrentarse al local en el último partido del grupo.
Francia revive sus aspiraciones de clasificación con este triunfo esperando a Malí en su último partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario